lunes, 13 de julio de 2015

LO QUE EL MAESTRO ADULTO PUEDE HACER POR LA MENTE DEL NIÑO (Parte 1)

Saludo nuevamente, luego de un tiempo fuera dedicada a mis estudiantes y a entender los frutos del trabajo realizado. Retomo los resultados que había presentado en mi antepenúltima entrada, LA MENTE DEL NIÑO COMO FUNCIÓN DEL ADULTO, y me permito plantear algunas preguntas:

  1. ¿Cuál es el punto de referencia a partir del cual el docente - entendido éste como orientador - basa su acercamiento a los niños que, a una edad u otra ingresan al sistema educativo para continuar con su instrucción?
  2. ¿Qué estrategia permitirá compaginar los aprendizajes de casa con los aprendizajes de escuela, de modo que haya construcción en lugar de desautorización?
  3. ¿Cómo es posible atenuar el impacto negativo que hemos tenido sobre nuestros niños, sean hijos, primos, sobrinos, estudiantes?


Responder estas preguntas implica un proceso arduo de investigación colectiva, pero es válido afirmar que las hipótesis asociadas parten del panorama más pesimista posible: los estudiantes, siendo ellos seres buenos que quieren aprender, vienen cargados de prejuicios que los adultos hemos instalado en ellos. Eso no quiere decir que ellos no nos permitan ver parte de todas sus bondades para utilizarlas en su propio favor, por lo cual estudiamos el escenario en el que estos estudiantes se mueven, para crear un plan de acción.

Una de las herramientas más comunes para encontrar alternativas de acción en un contexto como éste, es la Matriz DOFA (o FODA). El asunto está en que por mucho tiempo hemos subutilizado la estrategia DOFA para encontrar alternativas de solución a diferentes situaciones que pueden ser inconvenientes de una u otra manera, y esto debido a que nos hemos quedado en la lista de Debilidades, Oportunidades Fortalezas y Amenazas. No nos han mencionado que la Matriz DOFA tiene que ser eso, una matriz, y que por tanto exige la interacción de los miembros de la lista para plantear nuevas posibilidades.

Entonces, una matriz DOFA que sólo incluya 3 Debilidades, 3 Oportunidades, 3 Fortalezas y 3 Amenazas, y que asuma entre 2 y 3 acciones por intersección, se vería así:



Esta matriz, que es la que creé para actuar sobre mis observaciones, maneja un código de colores, en el cual el rojo indica acciones sin realizar, y el verde acciones que ya están interiorizadas y, por tanto, son culturales. Es posible ver que hay más actividades que han sido asumidas como parte de la solución, pero que no se han establecido como hábitos, como cultura, lo cual hace ver la actividad proactiva docente como insuficiente, ya que ha preferido la intervención aislada.

Profundizaremos en lo que encierra esta matriz, en la próxima entrada. Hasta pronto.

PS. Me di un regalo este fin de semana. Valió la pena. 


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