miércoles, 22 de abril de 2015

LA MATEMÁTICA ES UN ESTADO MENTAL (Parte 2)

En mi entrada anterior, propuse un ejercicio: leer una lista de palabras a los estudiantes, y pedirles que describieran la primera emoción o pensamiento que experimentaran al oír cada palabra. Obviamente, realicé este experimento con mis estudiantes, de cuatro niveles diferentes de educación secundaria, y éstos fueron los resultados:



Esta gráfica circular muestra tres regiones, correspondientes a las tres categorías propuestas para clasificar estos pensamientos: de Vínculo Favorable (Right Connection - emociones positivas y agradables) en color verde, de Vínculo Desfavorable (Adverse Connection - emociones y pensamientos negativos) en color azul, y de No Vínculo (No Connection - carentes de total emoción) en color amarillo. 

Es posible apreciar que las regiones de Vínculo Desfavorable y No Vínculo son las más extensas, abarcando en conjunto un 89% del área disponible. De ambas, el área de No Vínculo es la más amplia, presente en el 75% de los resultados, y demuestra una relación indiferente, prácticamente nula, entre el estudiante y la Matemática. Esto se evidencia en la generalidad de las respuestas ofrecidas; la más común para describir la primera emoción o pensamiento fue Matemáticas, lo que sugiere que el estudiante reconoce la relación entre el término escuchado y esta área del conocimiento, pero no experimenta emoción alguna al respecto. Este tipo de respuesta es, por supuesto, altamente preocupante.

Luego está el área de Vínculo Desfavorable, con un 14% de los resultados. Esta región está asociada a respuestas negativas, tales como: estrés, angustia, ansiedad, miedo, oscuridad, asco, aburrimiento, desesperación, etc. Lo curioso es que respuestas de este tipo se encontraron incluso en estudiantes destacados por su dedicación y altas calificaciones, lo cual es desalentador.

Finalmente, tenemos la región del Vínculo Favorable, que contiene el 11% de los resultados. Aquí se encuentran respuestas esperanzadoras y satisfechas, como: felicidad, inteligencia, interés, disciplina, diversión, entre otras. Este vínculo contiene, contrario a la primera impresión, únicamente las respuestas de estudiantes con excelentes resultados, sino las emociones de estudiantes que se han encontrado con la Matemática de una manera diferente, y lograron una conexión tal que les permite disfrutar de sus espacios de aprendizaje.

Muchas explicaciones pueden darse al respecto, entre ellas el argumento de que nuestros estudiantes no están interesados en aprender, y no sienten el deseo de descubrir cosas por sí mismos. No obstante, hay mucho más para revisar y confrontar; uno de los aspectos que considero indispensables para explicar esta situación, es el tema de mi próxima entrada.

Este espacio queda abierto a sus aportes y comentarios. Nos vemos pronto.


miércoles, 8 de abril de 2015

LA MATEMÁTICA ES UN ESTADO MENTAL (Parte 1)

Para empezar a hablar acerca de este tema, propongo que, en clase o en casa, realicen la siguiente actividad con sus estudiantes (o hijos e hijas): lean en voz alta la lista de palabras que voy a presentar a continuación, y que cada uno escriba en una hoja de papel, la palabra que exprese el pensamiento o sentimiento generado instantáneamente:

RETRATO - TEOREMA - CASTILLO - PISCINA - PINCEL - TRANSPORTADOR - CÉLULA - OPERACIÓN - VIAJE - CALCULADORA - TOMATE - TROMPO - ASTRONAUTA - ECUACIÓN - COCINA - VARIABLE - PASTEL - LOGARITMO - SONETO - CUENTO - FÓRMULA - POLÍGONO - COLOR - ACORDE - RECETA.

Cuando ustedes, al final del ejercicio, vean las respuestas de estos niños y jóvenes, descubrirán que en los términos directamente ligados con números, cálculos y afines, habrá expresiones de pensamientos y sentimientos tristes, abatidos, angustiados y confundidos. Lo cual es, en sí, algo realmente triste.

Y es que todo aquello que se asocie a la Matemática, está rodeado de un aire de misterio que raya en el temor. ¿De dónde proviene ese temor? Los temores no nacen solos, sino que dependen de experiencias desagradables, o incluso del testimonio de personas con alta influencia, como los padres y maestros. Entonces, sería bueno pensar en el discurso que estos estudiantes reciben, en los términos que se usan para referirse a los diferentes saberes, ya que, con seguridad, esto influirá en su posterior respuesta académica.

La Matemática, bien mirada, es simplemente otro lenguaje para expresar el conocimiento del Universo. Es una forma de pensar y, por tanto, de interactuar con el mundo circundante. Así como existen los idiomas,  existen otros lenguajes para comprender las experiencias del día a día, al igual que las experiencias de otros. Este tipo de pensamiento, permite promover una forma de aprendizaje significativo, un aprendizaje que valga la pena, en el que se consolida el entendimiento de los problemas en lugar de la memorización de términos netamente formales.

El siguiente vídeo, en el que es entrevistado el profesor Dor Abrahamson (de la UC Berkeley), nos ayudará a entrar en materia:



Por tal motivo, el asunto no está en recitar fórmulas, sino en interpretar contenidos. No está en aplicar un teorema, sin saber resolver un problema. Y para poder lograr este objetivo, primero hace falta demostrar que es perfectamente posible aprender Matemática por encima de todo pronóstico, concentrando nuestra atención en erradicar el prejuicio.

El siguiente vídeo, de la Gates Foundation, muestra las experiencias de varios docentes y estudiantes respecto de su relación con la Matemática, en un ambiente de aprendizaje colaborativo:



En la Parte 2 de este tema, ahondaremos un poco en las reflexiones que permiten afirmar, sin lugar a dudas, que no hay límite para el aprendizaje matemático. Sólo es cuestión de saber leer.

¡Hasta pronto!

domingo, 5 de abril de 2015

POR QUÉ EL REGRESO, Y QUÉ SIGUE AHORA

Dicen que para apreciar mejor la montaña, hay que alejarse un poco de ella. Luego de seguir este consejo, me di cuenta de varias cosas que ampliaron mi perspectiva. Una de ellas, si bien suena evidente, se reveló ante mí de una forma relativamente agresiva: de todas las áreas del conocimiento, la Matemática es la menos querida. Peor aún: es temida. Este miedo, que muchas veces encuentra fundamento en experiencias tristes y prejuicios familiares, afecta significativamente la profundización en otras áreas, como las Ciencias y las Artes (¡aunque usted no lo crea!), y talentos naturales para la abstracción se pierden... por simple temor.

Como ingeniera, docente y consultora, asumí este panorama como un reto. Este blog se convertirá en una de mis herramientas para cambiarlo, razón por la cual cambiará también. No será un espacio de ligera disertación, sino que comprenderá conceptos y recursos dedicados a mostrar por qué la Matemática no es digna de temor o repulsión, sino todo lo contrario, pues simplemente es otra caligrafía para describir el mundo que habitamos.

Nos veremos entonces.